Maltrato a animales domésticos


NOTA. Aunque parezca increíble, para ilustrar este texto de maltrato a animales domésticos sólo he buscado durante unos minutos imágenes de varias protectoras de España; los animales que aparecen han sido -algunos- rescatados a tiempo y se les ha podido tratar de sus heridas o inanición para posteriormente entregarlos en adopción; otros estaban tan malheridos que -a pesar de los esfuerzos de la protectora y los veterinarios que les han atendido- su estado ha sido irreversible y han acabado muriendo o recibiendo la eutanasia por la gravedad de su situación; en otros casos se ha llegado demasiado tarde y sólo se ha conseguido captar una última imagen como testimonio de las consecuencias del maltrato o abandono sufrido por ese animal con intención de localizar al responsable.

Si tienes estómago para enfrentarte a la triste realidad de miles de perros y gatos abandonados en tu país, te invito a que navegues por varias protectoras cercanas a tu domicilio e investigues un poco los casos de animales que tienen actualmente en adopción; tienes un listado de centros de adopción aquí: Dónde adoptar perros y gatos

  


FALTAS GRAVES

Miles de animales son maltratados diariamente por sus propios dueños; no hace falta ir a zonas remotas a buscar casos porque -lamentablemente- algunos de ellos ocurren muy cerca de nosotros: en nuestras ciudades, en nuestros campos. Algunos de estos animales son llevados hasta la extenuación, mutilación, parálisis, daños irreparables, al borde de la muerte o a la muerte misma. Esto lo hacen individuos que en su momento decidieron tener un animal en su casa o para sus momentos de "ocio".
 
En la fotografía aparece un perro de caza fotografiado en un refugio; el animal fue rescatado con el cuello gravemente herido por intento de ahorcamiento por parte de su dueño. Puedes ver más información sobre maltrato a animales relacionado con la caza en el siguiente enlace: Caza legal y caza furtiva

Sin llegar a tal extremo, miles de perros y gatos de todas las ciudades de nuestro país acaban en perreras cada año. Algunos de ellos consiguen una casa temporal de acogida o un adoptante; otros, sin embargo -por su edad, por su tamaño, por su raza o por su falta de raza- no podrán abandonar nunca la perrera y morirán en su jaula sin conocer nunca el calor de un hogar. 

Por último, los animales que no pueden ser colocados, los más mayores o los que tienen alguna tara física, pueden acabar siendo sacrificados porque en estos lugares normalmente tienen un espacio limitado, ya que no disponen de medios para mantenerlos de por vida todos los perros y gatos que van llegando.

Aunque suene extraño, casi podemos decir que estos animales que viven en perreras y protectores han tenido suerte, pues hay otros que mueren al poco de nacer -ahogados o estampados- porque su dueño "no quería otra camada", y -por inconsciencia e ignorancia de sus responsables- no han tenido siquiera la oportunidad de ser adoptados; hay otros que son abandonados en carreteras y deambulan perdidos o heridos hasta que mueren de inanición o un coche les atropella mortalmente, con el consiguiente peligro que esto supone para ellos y para quien les atropella.

Para un perro o un gato doméstico, su dueño lo es todo; si pierde a su dueño, pierde todo. Si además, quien debe protegerle es precisamente quien le agrede, quien le desprecia, quien le olvida... podemos imaginar cuál es el estado de ansiedad y la sensación de abandono de estos animales.

Perros atados a coches y arrastrados durante kilómetros, cachorros quemados vivos, galgos ahorcados por un mal año de caza, perros apaleados hasta la muerte... todo esto es considerado por ley como falta grave. 

A pesar de ello, la ley es excesivamente buenista y absurdamente tolerante con los maltratadores de animales (y por extensión deja desprotegidos y desamparados a los animales que caen en manos de desalmados e irresponsables); así podemos ver que según el artículo 337 del Código Penal (en España), por "someter a maltrato injustificado a un animal doméstico o amansado, causarle la muerte o lesiones que deteriores gravemente su salud" se establecen penas de tres meses a un año de cárcel; también se contempla -en caso de sentencia condenatoria- inhabilitación durante un máximo de tres años para el ejercicio de profesión o comercio vinculado a los animales. Así es nuestra ley a la hora de proteger a los animales y de exigir responsabilidades a quien abusa de ellos casi con total impunidad.


FALTAS LEVES

Faltas leves son la no vacunación del animal, la mala atención a su alimentación o a su higiene. Todos estos son derechos de los animales, no les estamos regalando nada y, a cambio, ellos nos lo dan todo.

Es vergonzoso ver cómo hay animales que son abandonados ante una enfermedad no prevista por su dueño, por aburrimiento del "juguete de la casa" o, simplemente, porque han llegado las vacaciones de verano y hay irresponsables que no quieren asumir cargas.

Acoger un animal es hacerse cargo de él en todo momento, durante toda su vida y con todas las consecuencias; si no vamos a poder asumir esa responsabilidad, es mejor ser razonable y renunciar a él desde un principio. Por eso hay que pensarlo muy bien antes de acoger un animal en casa.

 


Podemos ver en numerosas páginas de protectoras imágenes de perros y gatos maltratados, desnutridos, malheridos por sus dueños, abandonados a su mala suerte, animales a quienes quien más debía quererles y a quien ellos más quisieron, les abandonó de forma lamentable.


 

Lo más preocupante es que nuestras leyes no pretenden una implantación precoz del micro-chip, consiguiendo así que los dueños sean fácilmente identificables y se hagan responsables de sus animales; muy al contrario, parte del dinero público sirve para subvencionar las corridas y plazas de toros (sobra cualquier otro comentario).




CONCLUSIONES

- Una mascota es un ser vivo, no un juguete. Como ser vivo, requiere unas atenciones y supone unas obligaciones. Antes de comprar o adoptar un animal medita de forma objetiva si puedes, quieres o estás en condiciones de atender adecuadamente y convivir con una mascota durante los próximos años. Si es así, elige el tipo de animal y raza que puedan encajar mejor en tu tipo de vida, vivienda y disponibilidad de tiempo.

- Antes de regalar una mascota, asegúrate de que el futuro dueño realmente la quiere y además puede hacerse cargo de ella de forma responsable. No impongas un animal a alguien que no lo quiere ni lo regales para satisfacer un capricho momentáneo de quien cree quererlo pero no tiene aptitud para ello.